“Cuando hay homosexuales descolectivizados simpatizantes de una derecha que pone la soga al cuello a quienes van en contra de sus principios conservadores y hetero-normativos, me enervan por representar una contradicción tremenda. ¡Este es el caso del frívolo Gonzalo Cáceres!”, dijo el activista Mauricio Huanca.
Las duras declaraciones del opinólogo y maquillador Gonzalo Cáceres en defensa del presidente Sebastián Piñera, calificando las movilizaciones estudiantiles como algo “armado para desestabilizar al gobierno” e incluso diciendo que a Camila Vallejo la “habría llevado a un lugar” por “dejar la crema” en el país, inmediatamente despertaron las críticas entre las minorías sexuales, donde el conservadurismo de la actual administración no compatibiliza con la lucha por los derechos homosexuales.
Desde Antofagasta, Mauricio Huanca, activista y miembro de la Comisión de Géneros y Diversidades Sexuales de las Juventudes Comunistas de Chile, no dudó en calificar las declaraciones de Cáceres como una contradicción que va en contra de quienes constantemente luchan a favor de la diversidad y contra la discriminación.
“Yo también soy homosexual, (pero a diferencia de Cáceres) encarno una lucha incansable en pro de nuestros derechos, demandas y necesidades del colectivo, y más aún, apunto a una reivindicación política, ideológica y cultural del mismo“, manifestó.
En ese sentido, Huanca dijo que “cuando hay homosexuales descolectivizados simpatizantes de una derecha que pone la soga al cuello a quienes van en contra de sus principios conservadores y hetero-normativos, me enervan por representar una contradicción tremenda. ¡Este es el caso del frívolo Gonzalo Cáceres!“, remató.
Curas pedófilos
En lo que Huanca si tuvo mayor grado de acuerdo con Gonzalo Cáceres, fue en las críticas en contra de los casos de pedofilia perpetrados por miembros de la Iglesia Católica, aunque no compartió que la solución sea simplemente “aplicar una inyección letal“, como dijo el maquillador en “Mentiras Verdaderas” de La Red, sino que por una efetiva separación de la Iglesia y el Estado.
“La Iglesia como institución está desacreditada tremendamente y debemos luchar para que esa moral falsa y opresora salga de nuestros colegios, liceos, escuelas y universidades, más aún, lograr la verdadera separación definitiva de la Iglesia y el Estado“, concluyó.
