Según el doctor en genómica computacional, Alan Kwan, en ese futuro “la humanidad habrá arrebatado el control de la apariencia a la evolución y seremos capaces de modificar la biología a partir de nuestras necesidades”.
Si la humanidad logra sobrevivir 100.000 años más, ¿cómo será su aspecto físico entonces? El artista e investigador Nickolay Lamm, en compañía de Alan Kwan, doctor en genómica computacional de la Universidad de Washington, trazó una línea del tiempo para intentar definir cómo evolucionará el rostro humano.
Según Kwan, en ese futuro “la humanidad habrá arrebatado el control de la apariencia a la evolución y seremos capaces de modificar la biología a partir de nuestras necesidades”.
Según los resultados de este ejercicio, la mayor transformación
ocurrirá en los ojos, que adquirirán un mayor tamaño por dos razones: primero, por la fuerte influencia de la tecnología visual y, segundo, por condiciones climáticas y ambientales. La frente también ganará tamaño, teniendo en cuenta la tendencia histórica: según Kwan, al comparar cráneos actuales con los de los siglos XIV y XVI se encontró que las frentes son actualmente más amplias, para dar cabida a un cerebro de dimensiones mayores.
En 100.000 años los humanos tendrán fosas nasales más amplias, porque, dicen los autores de este ejercicio, estarán físicamente preparados para respirar en ambientes diferentes al de la Tierra; asimismo tendrán más cabello, para evitar la pérdida de calor, y su piel será más pigmentada por efecto de los rayos ultravioleta.
